¡Lo logramos! El 29 de septiembre de 2022, durante el Diálogo interactivo sobre represalias con la Subsecretaria General de Derechos Humanos, Ilze Brands Kehris, ocho Estados plantearon casos individuales de represalias. Estos incluyen casos por los que ISHR ha estado haciendo campaña.
El caso del Centro de Derechos Humanos “Viasna” en Belarús fue planteado públicamente por los países del BENELUX (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo), Liechtenstein y Alemania.
Alemania y Liechtenstein además plantearon el caso de Ibrahim Metwally Hegazy de Egipto, mientras que los países del BENELUX plantearon los casos de Armel Niyongere, Dieudonné Bashirahishize, Vital Nshimirimana y Lambert Nigarura de Burundi y de Jiang Tianyong de China.
Alemania también mencionó públicamente los casos de Mohamed El Baqer de Egipto y de Li Qiaochu, Li Yuhan, Guo Feixiong y Tang Jitian de China.
Por su parte, la declaración de Namibia incluyó los actos de represalia contra organizaciones palestinas de derechos humanos por parte de Israel. Dinamarca también llamó específicamente la atención sobre el caso de Abdulhadi Al-Khawaja en Bahrein mientras que la declaración de Armenia incluyó en el caso de Ahmad Mammadli en Azerbaiyán.
Además, el informe sobre represalias se presentó por primera vez en la Asamblea General el 14 de octubre de 2022. Sobre la base del éxito de nuestra campaña, el 19 de octubre de 2022, Irlanda emitió una declaración interregional en nombre de 80 países, condenando la intimidación y las represalias, y pidiendo a los Estados que prioricen y apoyen la participación significativa de la sociedad civil en la ONU.
Cuando los individuos o las organizaciones se enfrentan a amenazas, represalias o daños cuando se comprometen con los organismos internacionales, no sólo sufren los individuos implicados, sino que se resienten nuestros esfuerzos colectivos hacia la paz y la seguridad, hacia la defensa de los derechos humanos y hacia el desarrollo sostenible.Irlanda en representación de 80 países
La declaración conjunta es la cuarta declaración de este tipo que presentará en la Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU. Tras el trabajo de abogacía y la campaña de ISHR a lo largo de los años, el número de países firmantes ha pasado de 71 en 2019, 75 en 2020 a 80 en 2021 y 2022.
Al sumarse a la declaración, los Estados han afirmado su compromiso con los derechos fundamentales de libertad de expresión y asociación. También han expresado solidaridad con las personas defensoras, los actores de la sociedad civil y las víctimas de violaciones en todo el mundo, demostrando su compromiso por el diálogo, la cooperación y la integridad institucional de la ONU. ¡Los Estados que se sumaron a la declaración han contribuido a garantizar que los órganos y procesos de la ONU estén respondan de manera efectiva a las necesidades de las comunidades en el terreno y a que estén informados por éstas mismas!
Nuestro trabajo para poner fin a las represalias no terminará hasta que todos las personas defensoras de los derechos humanos puedan interactuar de manera libre y segura con las Naciones Unidas. Únase a nuestra lista de correo para recibir las últimas actualizaciones sobre actos de intimidación y represalias en la ONU y participe en futuras campañas para acabar con las represalias (#EndReprisals).
Quienes defienden los derechos humanos promueven la dignidad, la equidad, la paz y la justicia en sus hogares, lugares de trabajo, comunidades y países. estas personas desafían a los gobiernos que no respetan ni protegen a su pueblo, a las empresas que degradan y destruyen el medio ambiente y a las instituciones que perpetúan los privilegios y el patriarcado. Para muchos, las Naciones Unidas son el último ámbito en el que pueden enfrentarse a los abusos.
Garantizar a todas las personas un acceso seguro y sin obstáculos a los mecanismos de justicia internacionales y regionales es esencial para la eficiencia y relevancia de estos últimos. La participación en estos organismos es un derecho humano fundamental.
La participación de las personas que defienden los derechos humanos en el desarrollo de los mecanismos internacionales y regionales permite obtener mejores resultados. Las personas que defienden los derechos humanos aportan información y perspectivas cruciales sobre la situación de la situación en el terreno. Los mecanismos internacionales y regionales dependen de esos conocimientos y aportes para tomar decisiones informadas.
Las personas que trabajan por la defensa de los derechos humanos deben poder compartir información y perspectivas cruciales con la ONU de forma segura y sin obstáculos.
Sin embargo, algunos Estados tratan de eludir el seguimiento internacional poniendo obstáculos – como la intimidación y las represalias- con el fin de crear miedo y obstaculizar sistemáticamente el acceso a los mecanismos de derechos humanos y su cooperación con estos.
¿Qué queremos?
Todo el mundo tiene derecho a acceder a la ONU y a comunicarse con ella de forma segura.
Queremos que las personas que defienden los derechos humanos tengan un asiento en la mesa de la ONU y puedan relacionarse de forma efectiva y segura con sus mecanismos y órganos de derechos humanos.
Queremos que los Estados y los agentes no estatales se abstengan de intimidar a quienes defienden los derechos humanos o de tomar actos de represalia contra personas que se relacionan con la ONU o intentan hacerlo. Los Estados deben adoptar una posición clara y pública en la ONU contra la intimidación y las represalias. Los Estados deben exigir responsabilidades a sus pares.
Por lo tanto, también pedimos a los Estados que condenen públicamente las represalias y la intimidación contra quienes se relacionan con la ONU, y que planteen casos concretos de víctimas. Cuando se produzcan intimidaciones y represalias, queremos que la ONU aborde eficazmente estos casos, apoye a las víctimas e impulse la rendición de cuentas y la reparación.
¿Cómo conseguimos esto?
Trabajamos activamente para:
- Sensibilizar a las autoridades gubernamentales, los cuerpos diplomáticos, los expertos y expertas de la ONU, la prensa y los grupos de derechos humanos sobre el valor del acceso sin restricciones y el impacto de las represalias en los procesos multilaterales tanto internacionales como regionales.
- Movilizar a las misiones diplomáticas animándolas a denunciar y elevar los casos individuales de represalias contra personas que defienden los derechos humanos ante la ONU y otras instancias.
- Exhortar a los expertos y expertas de la ONU a que se hagan cargo de los casos individuales y a que establezcan protocolos claros sobre cómo prevenir y responder ante las represalias vinculadas a su trabajo
Incitar a los gobiernos, y a las personas interesadas a solidarizarse con quienes defienden los derechos humanos y con las organizaciones que son objeto de represalias e intimidaciones.