También lucha por garantizar que su comunidad pueda seguir viviendo en sus hogares ancestrales sin verse desplazada a la fuerza por la presión de las industrias extractivas o la amenaza de los grupos de narcotraficantes que invaden sus tierras.
Olnar también busca lograr que las personas defensoras puedan trabajar en un entorno seguro y favorable, y por ello quiere oponerse al esfuerzo sostenido de las autoridades venezolanas por criminalizar la labor de quienes defienden los derechos humanos y de la sociedad civil independiente, en particular de quienes, como él, actúan en apoyo de las comunidades indígenas, así como a la amenaza que suponen los grupos delictivos. Las personas activistas y defensoras indígenas han sido blanco de repetidos ataques en los últimos años en Venezuela: más de 30 líderes indígenas o ecologistas han sido asesinades entre 2013 y 2022, incluides 11 que, según informes, fueron asesinades por personal del ejército venezolano.
¿Cómo puede el sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas apoyar a Olnar?
En 2019, el Consejo de Derechos Humanos estableció la Misión de determinación de los hechos sobre Venezuela (FFM, por sus siglas en inglés) para evaluar las presuntas violaciones de derechos humanos cometidas en el país desde 2014. El mandato de la misión se renovó en 2022 por dos años.
Olnar ha trabajado directamente con la FFM para documentar casos de violaciones sistemáticas de los derechos y libertades de los pueblos indígenas. Considera que este mecanismo es muy importante, ya que no sólo puede registrar las denuncias de violaciones, sino que también puede contribuir a establecer responsabilidades legales para perpetradores, y que al mismo tiempo ofrece un nivel de protección a les miembres de las comunidades indígenas que acuden a hablar de los abusos cometidos en sus tierras. Sin embargo, muchas de estas personas desconocen la existencia de la misión, en parte porque el gobierno venezolano ha restringido la entrada de la FFM en el país.
Olnar acude al Consejo de Derechos Humanos de Ginebra llevando la voz de esas comunidades, abogando por la preservación de la Amazonia y de las tierras indígenas ancestrales.