ISHR se ve directamente afectado por la suspensión de los fondos de Estados Unidos. La interrupción de la financiación del Gobierno de EE.UU. ya nos ha obligado a finalizar, posponer o reducir actividades de apoyo a personas defensoras de los derechos humanos que trabajan en contextos altamente restrictivos.
A dicha suspensión de fondos se le agregan los recortes anunciados y previstos a los apoyos organizaciones de derechos humanos por parte de otros gobiernos y de la filantropía institucional. Esta situación nos ha obligado a tomar una serie de medidas significativas de ahorro anticipado, lo que ha reducido nuestra capacidad de apoyo a personas defensoras de los derechos humanos a nivel global.
La suspensión de los fondos de EE.UU. también está afectando gravemente a varias de nuestras organizaciones socias a nivel nacional, incluidas aquellas que apoyan a personas defensoras en países como Afganistán, China y Venezuela, entre otros. Si puede contribuir de alguna manera a respaldar a estas organizaciones, estaremos encantades de ponerle en contacto con ellas.
Como escribí recientemente junto con las presidentas entrante y saliente de la Junta Directiva de ISHR, Taaka Awori y Vrinda Grover, no podemos permitirnos perder la esperanza en nuestro trabajo colectivo por alcanzar la libertad, igualdad y justicia. Pero no lograremos la victoria ni podremos sobrevivir con recursos insuficientes.
Necesitamos inversores –gobiernos, fundaciones, empresas y personas individuales– que se unan a nosotres para generar los recursos que nos permitan seguir trabajando de manera sostenible, ser innovadores y generar impacto. Es fundamental que los Estados medianos y pequeños aumenten su inversión, no solo porque es lo correcto, sino porque sus intereses no se ven favorecidos por una ley de la selva donde el poder es lo que impone la razón.
Esta inversión debe dirigirse tanto a la sociedad civil a nivel nacional, regional e internacional como al sistema internacional de derechos humanos, al cual recurren cada vez más personas defensoras cuando se les niega la justicia y la rendición de cuentas en sus propios países. La aplicación plena de los derechos humanos proporcionará un retorno de inversión sin precedentes.
A pesar de la suspensión de fondos de EE.UU., en el año 2025, con su apoyo, reafirmamos nuestro compromiso de fortalecer nuestro trabajo con las personas defensoras, facilitándoles herramientas para denunciar injusticias, exigir rendición de cuentas, buscar solidaridad internacional y contribuir a la construcción de soluciones comunitarias ante las múltiples crisis que enfrenta la humanidad.
Le invitamos a actuar ahora por un futuro más justo. Ya sea compartiendo nuestros materiales de formación e información, amplificando nuestros mensajes en redes sociales, realizando una donación o una contribución en especie, o participando en nuestras campañas. Cada acción que tome marca la diferencia.
En solidaridad,
Phil Lynch
Executive Director