¡Lo logramos! Los días 28 y 29 de septiembre de 2023, 13 Estados denunciaron casos individuales de intimidación y represalias en diez países y territorios diferentes durante la 54ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Los Estados citaron entre otros el caso de Anexa Alfred Cunningham de Nicaragua y la represión de la sociedad civil en Hong Kong. También se mencionaron casos de la campaña de 2022 de ISHR.
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Adicionalmente, el 12 de octubre de 2023, en la Tercera Comisión de la 78ª sesión de la Asamblea General de la ONU, se expusieron por primera vez casos y situaciones concretas de intimidación y represalias durante el diálogo con la Subsecretaria General. Estados Unidos citó nuevamente el caso de Anexa y la situación en Hong Kong.
Finalmente, 80 Estados se sumaron a la declaración interregional sobre represalias encabezada por Irlanda y Uruguay, presentada en el debate general sobre la promoción y protección de los derechos humanos (punto 71) en la Tercera Comisión de la Asamblea General. Esta cifra iguala el número de Estados que se sumaron a la declaración el año pasado.
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El proyecto de resolución sobre represalias (A/HRC/54/L.30/Rev.1) fue aprobado sin votación en la 54ª sesión del Consejo de Derechos Humanos. Esta resolución establece puntos focales dentro de la ONU para investigar actos de intimidación y represalias.
Nuestro trabajo para acabar con las represalias no acaba hasta que todas las personas defensoras de los derechos humanos puedan relacionarse libremente y de forma segura con las Naciones Unidas! Únase a nuestra lista de correo para recibir las últimas actualizaciones sobre intimidaciones y represalias en la ONU y participar en futuras campañas para acabar con las represalias (#EndReprisals).
Las personas defensoras de los derechos humanos promueven la dignidad, la equidad, la paz y la justicia en sus hogares, lugares de trabajo, comunidades y países. Desafían a los gobiernos que no respetan ni protegen a su pueblo, a las empresas que degradan y destruyen el medio ambiente y a las instituciones que perpetúan los privilegios y el patriarcado. Son voces importantes de nuestras comunidades.
La participación de las personas defensoras de los derechos humanos en el trabajo de los mecanismos internacionales y regionales de derechos humanos permite obtener mejores resultados. Las personas defensoras aportan información y perspectivas cruciales sobre la situación de los derechos humanos sobre el terreno, y los mecanismos internacionales y regionales dependen de esos conocimientos y aportaciones para tomar decisiones con conocimiento de causa. Es esencial para la eficacia y relevancia de la ONU garantizar a todas un acceso seguro y sin trabas a los mecanismos internacionales de derechos humanos.
Sin embargo, algunos Estados tratan de eludir el escrutinio internacional impidiendo sistemáticamente que las personas defensoras se comprometan y cooperen con los órganos y mecanismos de la ONU, y castigando y silenciando a quienes lo hacen. Lo hacen mediante tácticas represivas que generan miedo y que van desde las trabas administrativas y las restricciones de viaje hasta la intimidación, el encarcelamiento y los asesinatos.
Esto no está bien.
¿Qué queremos?
Todo el mundo tiene derecho a acceder y a comunicar con la ONU en condiciones de seguridad.
Queremos que las personas defensoras de los derechos humanos tengan un lugar en la mesa de la ONU y puedan interactuar de forma efectiva y segura con los mecanismos y órganos de derechos humanos de la ONU.
Queremos que los Estados y los actores no estatales se abstengan de intimidar a las personas defensoras o de tomar represalias contra ellas cuando interactúen o intenten cooperar con la ONU. Los Estados deben adoptar una postura clara y pública en la ONU contra la intimidación y las represalias y pedir cuentas a sus homólogos.
Pedimos a los Estados que condenen públicamente las represalias y la intimidación contra quienes colaboran con la ONU, y que planteen casos concretos de víctimas. Cuando se produzcan intimidaciones y represalias, queremos que la ONU aborde eficazmente estos casos, apoye a las víctimas e impulse la rendición de cuentas y reparaciones.
¿Cómo conseguimos esto?
Movilizamos a las misiones diplomáticas, istándolas a denunciar y exponer casos individuales de represalias contra personas defensoras en la ONU. También les exhortamos a que pidan cuentas a sus homólogos.
Convencemos al Secretario General de la ONU y a su equipo de que reconozcan y documenten TODOS los casos de represalias e intimidación y que los incluyan en su informe anual sobre represalias e intimidación contra personas defensoras que cooperan o intentan cooperar con la ONU y sus mecanismos de derechos humanos.
Animamos a los gobiernos, activistas y personas interesadas en solidarizarse con las personas y organizaciones defensoras de los derechos humanos que son objeto de represalias e intimidaciones.
Presionamos al sistema de la ONU para que preste una atención más sostenida a la cuestión de las represalias y establezca protocolos más claros sobre cómo prevenir, responder y dar seguimiento a los casos de represalias. Para ello influiremos el contenido y la redacción de la resolución que debatirá el Consejo de Derechos Humanos en septiembre 2023.
¿Qué puede hacer para apoyar la campaña?
Para lograr nuestros objetivos, trabajamos a través de casos o situaciones que ilustran cómo se obstaculiza o castiga a las personas defensoras de los derechos humanos por colaborar con la ONU. ¡Actúe por ellas ahora y ayude a acabar con las represalias! – #EndReprisals
Conozca todos los casos en nuestra página en inglés.