Photo: Ben Buckland
El 11 de febrero, el ISHR organizó una recepción para la sociedad civil para dar la bienvenida al Presidente del Consejo de Derechos Humanos para el año 2025, el embajador suizo Jürg Lauber. Fue una oportunidad para que la sociedad civil, personas expertas en DDHH, los simpatizantes y agentes de diplomacia debatieran sobre los desafíos del año que comienza.
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El evento reunió a unos cincuenta participantes de ONG de derechos humanos y misiones permanentes ante la ONU en Ginebra. Al darles la bienvenida, Phil Lynch, Director Ejecutivo de ISHR, destacó que estamos viviendo un momento de desafío existencial pero también de oportunidad crítica para el sistema internacional de derechos humanos y las personas defensoras que recurren a él en busca de rendición de cuentas, solidaridad y justicia. “Hoy quiero centrarme en cómo podemos convertir algunos de estos desafíos en oportunidades”, dijo Lynch. “Con su fuerte compromiso con los derechos humanos y su amplia experiencia trabajando para promover un multilateralismo eficaz en Nueva York y Ginebra, el Presidente Lauber está impecablemente calificado para enfrentar estos desafíos”, concluyó Lynch.
Salma El Hosseiny, directora de programas de ISHR, destacó lo crucial que es el Consejo de Derechos Humanos para titulares de derechos, víctimas y personas defensoras, ya que ofrece una plataforma para presionar por el cambio nacional, exponer las violaciones, buscar la rendición de cuentas y obtener apoyo para su trabajo en pos de un mundo justo, igualitario y sostenible.
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Para resolver los conflictos y las crisis es necesario que los Estados consideren los derechos humanos como algo primordial y apliquen las leyes y normas de derechos humanos de manera coherente y basada en principios. “La aplicación selectiva e incoherente del derecho internacional está socavando la integridad de su propio marco”, afirmó El Hosseiny, “así como la credibilidad, la legitimidad y la influencia de los Estados y otras entidades que aplican ese doble rasero.
Necesitamos que el Consejo sea creíble, eficaz y accesible para todo el mundo”, añadió. Esto solo es posible si los Estados garantizan que:
En los últimos años, hemos observado una disminución del número de oportunidades para que la sociedad civil interactúe con el Consejo debido a su ejercicio de “eficiencia”. El proceso de eficiencia no puede disociarse de la crisis de liquidez, y es necesario garantizar una financiación suficiente para que el Consejo y sus mecanismos relacionados cumplan con sus mandatos vitales. “Instamos al Presidente a garantizar que la “eficiencia” no se priorice sobre la eficacia, la experiencia y la inclusión e incluya consultas significativas con las organizaciones de la sociedad civil durante todo el año”, dijo El Hosseiny.
El acceso y la participación significativa de la sociedad civil son fundamentales para la pertinencia, la capacidad de respuesta y la eficacia del Consejo de Derechos Humanos, declaró el Presidente Lauber. Esto está consagrado en los estatutos fundamentales del Consejo e incluso se refleja en la disposición de su sala, afirmó.
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Pooja Badarinath, asesora principal de defensa de los DDHH de Sexual Rights Initiative, añadió que la sociedad civil, sus activistas y las personas defensoras siempre han sido fundamentales para construir instituciones y encontrar formas nuevas y creativas de garantizar que los mecanismos de derechos humanos sigan siendo pertinentes en estos tiempos. “Las personas defensoras y activistas, en particular quienes están de fuera de Ginebra, pueden aportar el tan necesario “recuerdo a la realidad” a la “burbuja de Ginebra” en la que vivimos”, dijo, concluyendo que “ahora, más que nunca, es importante que seamos valientes y riguroses en nuestra evaluación”.
Quienes defienden los derechos humanos deben poder acceder y comunicarse con la ONU y el Consejo de forma libre y segura. El Presidente afirmó su compromiso de garantizar que puedan participar y contribuir a la labor del Consejo de forma segura. Añadió que no toleraría ninguna forma de intimidación o represalias contra quienes cooperan con el Consejo y sus mecanismos y que trabajará para fortalecer el enfoque del Consejo para prevenir las represalias y promover la rendición de cuentas cuando se produzcan. “En cada sesión, los Estados deben plantear casos individuales, exigir el fin inmediato de todos los actos de intimidación y represalias, y hacer un seguimiento de la rendición de cuentas de los perpetradores y la reparación de las víctimas”, dijo El Hosseiny. “El Presidente y la Mesa del Consejo deben cumplir con su obligación de abordar las represalias identificando y denunciando públicamente casos específicos de represalias”, concluyó.
En la próxima 58ª sesión del Consejo, la resolución sobre las personas defensoras de los derechos humanos y las tecnologías nuevas y emergentes proporciona un enfoque útil y oportuno y un medio para dar efecto a una serie de obligaciones, incluidas aquellas contenidas en la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos de la ONU y la Declaración +25. “Instamos a los Estados a que apoyen activamente una resolución que reconozca marcos actualizados para proteger a las personas defensoras de los derechos humanos en la era digital, aborde los crecientes riesgos de los delitos cibernéticos, el acoso en línea, la vigilancia y la supresión de la libertad de expresión mediante la censura y la desinformación”, dijo El Hosseiny.
ISHR insta además a todos los grupos regionales a que presenten listas competitivas para las elecciones anuales al Consejo de Derechos Humanos. Los Estados deberían anunciar sus candidaturas a más tardar en el Segmento de Alto Nivel de la sesión de marzo de cada año. Los Estados candidatos deberían anunciar y publicar sus compromisos voluntarios de manera oportuna. Al emitir sus votos, los Estados electores deberían dar prioridad a las consideraciones de derechos humanos, teniendo en cuenta las tarjetas de puntuación de ISHR. Los Estados deberían negarse a emitir un voto a favor de cualquier candidato responsable de violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos.
El Consejo también tiene un papel esencial que desempeñar para impulsar la justicia y la igualdad raciales. “Instamos a los Estados a que apliquen plenamente la Declaración y el Programa de Acción de Durban (PDAD), a que cooperen plenamente con los mecanismos contra el racismo y a que apliquen las recomendaciones de sus informes y la Agenda del Alto Comisionado para un cambio transformador en pro de la justicia y la igualdad raciales”, dijo El Hosseiny.
Por último, el Consejo debería abordar una serie de situaciones en países de conformidad con los criterios objetivos basados en los derechos humanos que los Estados de todas las regiones se han comprometido a aplicar para determinar si una situación merece la atención del CDH, en particular las situaciones en Afganistán, Burundi, Siria, Nicaragua, Sudán, Ucrania, Rusia, Venezuela, Argelia, China, Egipto, Arabia Saudita, Palestina ocupada y el Sáhara Occidental ocupado.
ISHR ha publicado una agenda detallada para el Consejo de Derechos Humanos para 2025, así como un resumen y análisis de los temas clave de la agenda del próximo 58º período de sesiones.
Expertes de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han unido sus fuerzas para instar a Venezuela a que determine la suerte y el paradero de las víctimas de desaparición forzada y ponga fin a esta abominable práctica.
La sociedad civil insta a los Estados a garantizar que una resolución en el próximo 58º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU aborde la protección de las personas defensoras frente a los riesgos emergentes resultantes de las tendencias y los cambios tecnológicos y en los espacios en línea.
En el quinto aniversario de la represión de la ‘Reunión de Xiamen’, 38 organizaciones de la sociedad civil y activistas de todo el mundo reafirman su solidaridad con los defensores de los derechos humanos y abogados chinos perseguidos por abogar por los derechos humanos.
