El derecho que tienen las personas a la igualdad, a ser tratadas con justicia y a ser libres y protegidas de la discriminación es fundamental para la dignidad humana. Está consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en todos los tratados fundamentales de derechos humanos y en muchas leyes y constituciones nacionales.
Muchos defensores y defensoras de los derechos humanos dedican su trabajo a garantizar que las personas y las comunidades reciban un trato justo y equitativo, y a abordar cuestiones de discriminación generalizada y sistémica, como el racismo, el sexismo o la misoginia. Muchas personas defensoras de los derechos humanos se enfrentan directamente a la discriminación por su raza, género, orientación sexual, identidad y expresión de género, características sexuales u otras características.
A través de este programa, ISHR ofrece solidaridad y apoyo a las personas defensoras que trabajan en temas de igualdad y no discriminación. Esto incluye a las mujeres defensoras de los derechos humanos (WHRDs) y a quienes trabajan en temas de orientación sexual, identidad o expresión de género, o características sexuales (defensores SOGIESC). También incluye a quienes defienden los derechos de las personas migrantes y refugiadas, y a quienes abogan por el antirracismo y por las personas negras, indígenas y de color (BIPOC), así como a otras personas defensoras que trabajan para desmantelar las agendas patriarcales, racistas, capitalistas, colonialistas y otras agendas opresivas.