Para un gran número de personas defensoras, las leyes y los mecanismos internacionales y regionales de derechos humanos tienen el potencial de proteger y ampliar su trabajo y su impacto sobre el terreno. De hecho, para las personas defensoras que trabajan en contextos nacionales restrictivos o represivos – como China, Egipto, Arabia Saudí y Venezuela – los mecanismos regionales e internacionales pueden ser una de las únicas plataformas disponibles para exigir justicia, presionar para que haya rendición de cuentas y contribuir a un cambio positivo.
La sociedad civil y los aliados diplomáticos también pueden utilizar estos mecanismos para aumentar la presión internacional en favor del cambio, como la liberación de personas defensoras detenidas arbitrariamente, la derogación de leyes y políticas restrictivas, o la rendición de cuentas por actos de intimidación y represalias.
A través de este programa, ISHR ofrece solidaridad y apoyo a las personas que trabajan en entornos altamente restrictivos o represivos, y lleva a cabo acciones de cabildeo, promoción y litigio para garantizar la seguridad y la libertad de quienes defienden los derechos humanos y para promover la rendición de cuentas, tanto por parte del Estado como por parte de las entidades no estatales, en relación con las amenazas, los ataques, las restricciones y las represalias generalizadas y sistemáticas contra las personas defensoras de derechos humanos.